jueves, 2 de diciembre de 2021

Comer de gorra.

 


Comer de gorra.

Si buscamos en el Diccionario de la RAE la palabra gorra, encontramos acepciones en relación con esta expresión, como éstas:

de gorra

1.      loc. adv. coloq. A costa ajena.

pegar la gorra

1.      loc. verb. coloq. Hacerse invitar.

El modo adverbial de gorra significa, según el Diccionario, "a costa ajena, de mogollón". Por ello, gorrón es "el que tiene por hábito vivir a costa ajena".

La expresión “ser un gorrón” es utilizada para referirse a aquella persona que se dedica a comer, beber, divertirse y en definitiva a  vivir a costa de los otros.

El término “gorrón” es un aumentativo de “gorra”, de la que han nacido muchas expresiones como “vivir de gorra, ‘comer de gorra”.

Los modismos meterse de gorra o entrarse de gorra son antiguos. Son citados en el Vocabulario de Refranes del maestro Correas, y según él, se aplican "cuando uno se mete con buenas palabras y la gorra en la mano al convite de otros, o cosas semejantes, sin ser convidado".

Significado.

Consumir gratis o aprovecharse para no tener que pagar. Vivir a costa de otro/s, es decir, comer, beber, divertirse a costa ajena.



Origen.

La Universidad de Salamanca es la más antigua de España. Por ella han pasado Francisco de Vitoria, Fray Luis de León, Fernando de Rojas... Ellos, y otros muchos profesores y estudiantes menos destacados, fueron parte de la Universidad en los siglos XV y XVI, su época de esplendor. Entonces, Salamanca era el centro cultural de España. "Ese contexto era el ideal para generar un gran patrimonio léxico. Y muchos refranes", indica Alberto Buitrago, profesor de la universidad y autor de Diccionario de dichos y frases hechas (2012).

Entre esos dichos, refranes o frases situamos el que nos ocupa en esta entrada.

El origen de esta expresión lo sitúan hacia finales del siglo XVI en los ambientes estudiantiles de la Universidad de Salamanca, donde muchos de los alumnos que asistían no disponían de demasiado dinero para mantenerse, por lo que se las ingeniaban de cualquier manera para poder alimentarse sin pagar.

Eran estudiantes especialistas en colarse gratis en banquetes y celebraciones y en vivir del cuento, es decir, en "comer y vivir de gorra". En el romance Boda y acompañamiento del campo, Francisco de Quevedo habla de los gorrones salmantinos y de la “suculenta” sopa de nabo que tomaban habitualmente los estudiantes en los pupilajes y Colegios Mayores: "Don Nabo, que, viento en popa, / navega con tal bonanza, / que viene a mandar el mundo / de gorrón de Salamanca".

Este dicho nos remonta a la época en que los estudiantes vestían de capa y gorra.

Los estudiantes adinerados vestían portando un manteo (capa larga con cuello derecho y bastante estrecho) y un bonete (especie de gorra, comúnmente de cuatro picos). Por su parte, los estudiantes sin recursos y que trabajaban al servicio de estos llevaban una capa clásica (hecha de tela barata) y una gorra. A estos sujetos se les conocía habitualmente con los términos: capigorrista, capigorra o capigorrón (términos provenientes de unir las palabras capa y gorra).

Muchos de esos estudiantes  provenían de lugares distantes de las grandes ciudades a las que acudían en busca de la excelencia educativa, no tenían dónde recurrir cuando sus hambrunas eran insostenibles. Por eso, debían agudizar su ingenio y acudir a picardías propias de la edad para poder llevarse algo al estómago. Uno de los recursos era meterse "de colado" en las fiestas de bautismos, cumpleaños o casamientos importantes, repartiendo reverencias y ceremoniosos gorrazos (saludos hechos con la gorra) y permaneciendo mudos y aislados durante la celebración para no ser detectados por los anfitriones, pero dando cuenta de los apetitosos manjares que se servían en la ocasión.

La mayoría de expertos apuntan que del término “capigorrón” acabó derivando el apelativo “gorrón” para referirse a quien tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena.

De esta clase de "invitados" llamados despectivamente capigorrones, de donde -por analogía- surgió la expresión comer de gorra, en alusión al hecho de poder hacerlo merced a los saludos realizados con ese elemento.

 Mucho tiempo después, en este siglo, comenzaron a pulular cantantes e instrumentistas populares que realizaban su actuación en la vía pública y que recogían la limosna dada por los transeúntes, en un sombrero o gorra que depositaban en el suelo.

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Enlaces consultados:

https://dle.rae.es/gorra

https://www.fundacionlengua.com/es/comer-gorra/art/178/

https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/tag/comer-de-gorra/

https://www.lavanguardia.com/cultura/20201112/49409409936/reto-12-noviembre-ir-de-gorra.html

http://www.ciudad-real.es/varios/dichos/c.php

https://verne.elpais.com/verne/2018/10/03/articulo/1538559769_204176.html

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