Frase con la que se suele advertir, prometiendo que la
venganza llegará con el tiempo a los que intentan o han conseguido molestarnos,
perturbarnos o perjudicar nuestros intereses.
Significado:
Si alguien nos niega
su ayuda, pensamos que, cuando nos necesite, seremos nosotros quienes no le
haremos el favor que nos pida. Se dice este refrán como advertencia o intención
oculta con la idea de desquitarnos de los agravios recibidos o de la actitud
contraria de alguien.
Arrieros españoles a comienzos del siglo veinte.
Eugene Trutat.
Descripción fotógrafo,
naturalista y geólogo francés
Origen:
Actualmente ya no hay arrieros, pero antiguamente tuvo suma
importancia este oficio, por ser quienes se encargaban de transportar diversas
mercancías con ayuda de bestias de carga, como las mulas.
La frase surgió en el ambiente de los arrieros que, en
tiempos antiguos, conducían recuas de animales de carga transportando
mercancías de una población a otra a lomos de aquéllos. Cuando en alguna
transacción eran, o se sentían, engañados, decían la frase en cuestión, a modo
de advertencia, dando a entender que ya llegaría la ocasión en que obtener
satisfacción por el ultraje actual.
Conocedores de que los problemas y disputas no debían ser
tratados en público (debido a que eso perjudicaría su imagen para futuras
transacciones) arreglaban sus afrentas lejos de las poblaciones, utilizándose
en tono de advertencia la expresión “Arrieros somos y en el camino nos
encontraremos”, que vendía a ser un “Ya nos veremos tu yo”, “Ya ajustaremos
cuentas…”.
……………………
Enlaces consultados.
https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=58251&Lng=0
http://www.librosmaravillosos.com/delhechoaldicho/index.html
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