Hacer el indio.
La expresión «hacer el indio» se
asocia hoy con un comportamiento festivo, irreverente, pero hace 300 años su
significado era totalmente distinto. En la obra “Vida y hechos de Estebanillo González”
(1646), el protagonista usa esta fórmula: «Me engañaron como un indio caribe».
Según el archivo de definiciones
ordenado por María Moliner, engañar a una persona como a un indio significa
«engañarla con facilidad y sin despertar en ella la menor sospecha». Por
consiguiente, hacer el indio supone «dejarse engañar tontamente». Pero hacer el
indio también equivale a «divertirse gastando bromas o haciendo cosas impropias
de la seriedad de quien las hace».
Cuenta Ramón J. Sender en su
libro «Túpac Amaru» (Navona) que «los criollos habían troquelado una expresión
que expresaba cualquier clase de resignación vergonzosa ante el oprobio: hacer
el indio». Es decir, que a mediados del siglo XVIII, «hacer el indio» era
sinónimo de asumir sin rechistar las humillaciones.
En el fondo de la expresión denota
racismo al igual que otras frases hechas como “merienda de negros”,” hacerse el
sueco”, “ servir de cabeza de turco”, “engañarlo como a un chino”, “beber como
un cosaco” y “despedirse a la francesa”.
Significado:
Sin duda esta expresión ha
sufrido una clara evolución a lo largo del tiempo.
Según el Diccionario de la Real
Academia Española (DRAE) , si buscamos la palabra indio/a, entre sus distintas
acepciones encontramos:
hacer el indio
1. loc. verb. coloq. Divertirse o
divertir a los demás con travesuras o bromas.
2. loc. verb. coloq. Hacer algo
desacertado y perjudicial para quien lo hace. Hice el indio al prestarle el
dinero que me pidió.
Siguiendo a María Moliner, hacer
el indio supone "dejarse engañar tontamente".
Origen:
Como equivalente de actuar de
forma ridícula, festiva o extravagante se emplea la expresión «hacer el indio»,
lo cual no tiene ninguna relación con el primer significado que se le dio a
esta expresión. Según cuenta Ramón J. Sender en su libro «Túpac Amaru»
(Navona), «los criollos habían troquelado una expresión que expresaba cualquier
clase de resignación vergonzosa ante el oprobio: hacer el indio». Es decir, que
a mediados del siglo XVIII, «hacer el indio» era sinónimo de asumir sin
rechistar las humillaciones.
En el caso de engañar a una
persona como a un indio o hacer el indio, la pesquisa debe centrarse en el
apogeo de la conquista de América. Los pícaros recursos de aquellos soldados de
Iberia fueron puestos en juego durante los primeros intercambios con los
lugareños. Cualquier baratija, debidamente bruñida, servía en el trueque para
obtener oro y otras finezas.
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Enlaces consultados
https://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/febrero_06/08022006_01.htm
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