jueves, 1 de julio de 2021

Pasar más hambre que un maestro de escuela.


Pasar más hambre que un maestro de escuela.

Expresión que es utilizada a menudo como muletilla en una conversación, la frase proverbial “Pasar más hambre que un maestro de escuela” alude a la situación económica de los maestros de enseñanza primaria durante el siglo XIX .

 

Origen:

La frase o el dicho que comentamos procede de la mísera situación económica por la que pasaron los maestros en el siglo XIX debido a lo escaso de su retribución y, en muchas ocasiones, de lo incierto de su percepción. Había meses que se pasaban sin cobrar y se llegaba a situaciones límites.

Hasta 1901, fecha en que el Conde de Romanones acometió desde el Poder decisivas reformas en la Instrucción Pública, la condición de la mayoría de los maestros españoles era de extrema indigencia.

La retribución del Magisterio corría a cargo de los Ayuntamientos. En aquella época, eran los Ayuntamientos quienes tenían la obligación de pagar los salarios de las personas docentes que se dedicaban a formar a las futuras generaciones.

Sin embargo, los alcaldes no estaban muy por la labor de hacerlo y los profesores pasaban muchas necesidades. Tanto es así, que la mayoría de ellos vivían de las propinas que les daban los padres de sus alumnos. Ante esta situación, no es descabellado pensar que muchos de ellos llegarán a pasar hambre.

 Por ello llegó a hacerse proverbial el dicho comparativo: pasar más hambre que un maestro de escuela, que actualmente se mantiene en uso para aludir el mal pasar de una persona determinada, y debido a que éstos carecían de los recursos necesarios, de hecho, en ocasiones llegaba a adeudarse a los maestros hasta cinco años de sueldo, algunos llegaron a morir de hambre y otros vivían de la caridad pública.

Por Real Decreto de 26 de octubre y Ley económica de 31 de diciembre de 1901, pasaron al presupuesto del Estado las atenciones de primera enseñanza, excepto las de Vascongadas y Navarra.

Con anterioridad a la Reforma de Romanones se popularizó en España este cantar que entonaba la Murga gaditana:

                    El ministro de Fomento...      

     ¡huy qué portento!...,

            dice que les va a pagar...,

¿será verdad?..,

                 a los maestros de escueta...,

    ¡viva su abuela!...

     toda la paga atrasá.


 Con este panorama, no es raro que la prensa recogiese como la característica más conocida de los maestros su enorme pobreza. Los numerosos periódicos y revistas satíricos aludían a esta situación escandalosa en historietas, chistes e ilustraciones:

La literatura costumbrista, realista y naturalista, autores de la talla de Galdós, Valera, Pardo Bazán, Ganivet o Blasco Ibáñez, denunciaron esta situación en muchas de sus obras. De igual forma, los estudios actuales sobre el magisterio español en el siglo XIX y parte del XX constatan esta penosa realidad que se dio de manera interrumpida desde el reinado de Fernando VII hasta el de Alfonso XIII.

 

(Recuerdo infantil)

 

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de lluvia tras los cristales.

|

Es la clase. En un cartel

se representa a Caín

fugitivo, y muerto Abel,

junto a una mancha carmín.

|

Con timbre sonoro y hueco

truena el maestro, un anciano

mal vestido, enjuto y seco,

que lleva un libro en la mano.

|

Y todo un coro infantil

va cantando la lección:

«mil veces ciento, cien mil;

mil veces mil, un millón».

|

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de la lluvia en los cristales.

                          Antonio Machado                  

 ………………………………………

Enlaces consultados.

https://www.ieturolenses.org/revista_turia/index.php/actualidad_turia/mas-hambre-que-un-maestro-de-escuela

https://www.biodiversidadvirtual.org/etno/Pasar-mas-hambre-que-un-maestro-de-escuela-img28868.html

https://textorblog.wordpress.com/2017/10/27/mas-hambre-que-un-maestro-de-escuela/

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