A Dios rogando y con el mazo dando.
La idea que trata de transmitir es la del esfuerzo.
El significado de la frase nos viene a decir que cuando
deseamos algo, está bien encomendarse a Dios, a la Providencia, pero haciendo a
la vez todo lo que esté en nuestra mano por lograr lo que pretendemos.
No basta con rezarle a Dios para conseguir nuestras
peticiones, es necesario el esfuerzo humano para poderlas conseguir.
A Dios rogando y con el mazo dando" es un refrán que invoca la importancia de trabajar y esforzarse para conseguir lo deseado, al mismo tiempo que se invoca la ayuda de la gracia divina.
En los tiempos actuales la frase tiene distinto significado
con respecto a su sentido clásico o primitivo. El refrán en la actualidad tiene
sentidos muy diversos e incluso irónicos.
Se aplica también, para señalar su doble moral, a aquellas
personas que siendo muy beatas hacen lo contrario de lo que predican.
Así explica Rodríguez
Marín, “A Dios rogando, y negociando” (1929):
«Díjose de muchos eclesiásticos, más atentos a lo temporal que a lo de la otra
vida».
También podemos
encontrar alterada la forma del refrán, de modo que se fusiona con el discurso:
«Me parece bien rogar, pero con el mazo dando»
La frase o el refrán aparece en distintas obras literarias,
por ejemplo en el Capitulo LXXI parte 2ª
de nuestra obra maestra(Don Quijote de la Mancha), también frase atribuida a
San Bernardo (ora et labora) porque al carretero le dijo "Yo le rogaré a
Dios, amigo, y tú, entre tanto da con el mazo" .
En cualquier caso, no esperes a que un milagro de Dios baje a la Tierra para solucionarte el problema, si de verdad quieres salir del problema debes poner los medios por ti mismo y seguro que te ayuda más que si no lo haces.
Como colofón final recordamos un viejo relato referido al encuentro de un carretero con San Bernardo.
Se cuenta un pequeño relato que refleja muy bien el sentido
de esta frase:
“Dicen que un día iba un hombre por un camino con un carro
lleno de comida y de repente, el carro se rompió, sin posibilidad de llegar al
destino. El carretero (el dueño del carro) se quedó mirando su carro allí
parado en el camino y de repente tuvo la suerte de encontrarse con San Bernando
que, cosas de la vida, iba paseando por
allí. Entonces, el carretero le rogó al santo que le pidiese a Dios que
reparase su carro para que pudiese continuar su camino a lo que San Bernardo
respondió: “yo rogaré a Dios por ti, amigo mío, pero mientras tanto, coge un
mazo y empieza a reparar la rueda rota del carro”.
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Enlaces consultados.
https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=58061&Lng=0
https://sigificadoyorigen.wordpress.com/2010/04/16/a-dios-rogando-y-con-el-mazo-dando-2/
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