sábado, 5 de junio de 2021

Al buen callar llaman Sancho.

 


Al buen callar llaman Sancho.

Expresión proverbial o sentenciosa cuyo significado hace referencia al buen consejo de  la prudencia y la  moderación al hablar.

El significado de la frase parece que trata de transmitir la alabanza “al callar y mantener el secreto de cuanto de oye” por el daño que en muchas ocasiones puede producir lo contrario y el exceso al ser excesivamente parlero.

 


La frase pudiera ser de nuestro inmortal Cervantes, en su maravillosa novela del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, pero curiosamente es muy anterior a él.

Si bien la frase aparece en distintas obras y ocasiones, “A buen callar llaman sancho” (Valdés 1); “Al buen callar llaman Sancho” (El Quijote II 43; El Criticón III 203)…parece ser que su origen nace en un contexto histórico concreto.


Don Quijote le aclara entonces: “Ese Sancho no eres tú, porque no sólo no eres de buen callar, sino de mal hablar y de mal porfiar”.

Don Quijote ha intentado imponerle silencio a Sancho, no solamente porque sus refranes le dan «tragos de tormento» sino también porque la locuacidad de Sancho podría publicar aspectos de sus aventuras que él preferiría callar. Esta es la causa de mucha tensión dialógica entre ellos. Es imprescindible que Sancho hable menos porque su impulsividad narrativa constituye una grave amenaza para la versión grandílocua de su historia que Don Quijote narrarla a la posteridad. Para éste no hay otro remedio sino volverse autoritario, represivo y hacer callar a Sancho.


La frase, que figura en El Quijote, no se refiere a Sancho Panza como podía suponerse, sino a Sancho II, llamado el Fuerte, quien fue rey de Castilla y de León de 1065 a 1072.

Así, algunos autores, como José Mª Sbarbi, relacionan este refrán con el episodio protagonizado por Sancho II de Castilla, con ocasión del reparto del reino de su padre Fernando I el Magno en 1065.

Había dejado repartido su reino, que comprendía una tercera parte de la Península Ibérica, entre sus cinco hijos habidos con su esposa Sancha, lo cual había sido aceptado por una junta de nobles de Castilla y León. Conforme a ese reparto, a su primogénito Sancho le dejó Castilla; a su segundo hijo, Alfonso, León y Asturias; a su tercer hijo, García, Galicia y el territorio conquistado en Lusitania hasta el río Mondego; a su hija Elvira, dejó la ciudad de Toro; y, a su hija Urraca, la de Zamora; ambas ciudades dependientes de León; pero esta situación sólo se mantuvo durante los tres años que vivió la reina Sancha.

A la lectura del Testamento, Sancho, cuyo lugarteniente era el Cid Campeador, guardó silencio. Y de ello resultó la expresión. Aunque luego, se dieron toda clase de desmanes, desafueros y hasta sangrientas guerras.

 

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Sancho II de Castilla

(Sancho II de Castilla, llamado el Fuerte; Zamora, h. 1037 - 1072) Rey de Castilla y de León (1065-1072). Hijo de Fernando I de Castilla y León, tras la muerte de su padre, y al estar en desacuerdo con el reparto de los territorios de su herencia, se enfrentó a sus hermanos García, monarca de Galicia, y Alfonso, a quien le había sido entregado León. 

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Enlaces consultados.

https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=58159&Lng=0

https://cvc.cervantes.es/literatura/cervantistas/coloquios/cl_III/cl_III_27.pdf

https://historiaespana.es/biografia/fernando-i-de-leon-el-magno

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